FRANCISCA BLÁZQUEZ
EVENTOS:
1.-Seleccionada junto con 290 artistas entre los más de 3.500 creadores de 90 países presentados
Francisca Blázquez expone su proyecto escultórico ‘Espíritu Olímpico’ en Beijing (Pekín) el próximo día 23 de junio dentro del contexto del apartado cultural de los JJ.OO. de China 2008.
La creadora del Dimensionalismo a nivel mundial, Francisca Blázquez, autora de más de 4.000 obras de diferentes disciplinas, con más de 330 muestras individuales y colectivas en 14 países de tres continentes, expone su proyecto escultórico junto con otros 290 artistas seleccionados de entre 3.500 creadores de 90 países, dentro del apartado de la Olimpiada Cultural de los JJ.00. de Beijing (Pekín). La exposición se inaugurará a las 16.00 horas del próximo día 23 de junio en Beijing (Pekín) y permanecerá abierta hasta el 3 de julio. Después dicha muestra viajará a las ciudades chinas siguientes: Tianjin, Xiamen, Zhengzhou, Changchun, Tai-Yuan, Shijiazhuang, Ningbo, Nanning, Shenzhen, Hong-Kong, Macao y otras muchas más.
El comité Organizador de los JJ.00. de China, apartado cultural, se ha encargado de recoger, analizar y seleccionar proyectos, diseños y maquetas de artistas plásticos de todo el mundo desde el pasado 8 de agosto de 2005 a través de las comisiones y expertos correspondientes nombradas a tal efecto, encabezadas por un jurado de expertos internacional.
La exposición que está a punto de comenzar, será itinerante en China y, posteriormente, por el mundo. Dicho proyecto, incardinado dentro de la denominada escultura de paisaje, pretende difundir el espíritu olímpico en China y resto del mundo.
En una primera fase del proyecto, cuya temática está basada en la escultura olímpica de paisaje, se admitieron diseños de artistas de todo el mundo, exactamente procedentes de 90 países. Entre los miles presentados se eligieron 290 diseños, después de la consiguiente valoración del comité de expertos internacional formado por profesionales de siete países. Una vez aprobados los diseños, de cada artista seleccionado, entre los que se encuentran Botero y Francisca Blázquez, se hicieron tres copias de las 290 maquetas efectuadas por los escultores y artistas elegidos.
Las maquetas seleccionadas pasan a formar parte de la primera exposición itinerante que se inaugurará este 23 de junio en Wangfujing, Beijing, China. Dicha muestra, itinerante por todo el territorio nacional chino, permitirá que sus ciudadanos voten los diferentes proyectos presentados. Además, dichas maquetas viajarán a diversos países de los cinco continentes hasta otoño de 2007, año en que los organizadores y sus comités respectivos seleccionarán 29 maquetas que optarán a premio: oro, plata y bronce. Todo ello después de considerar tanto la votación popular del pueblo chino a través de la itinerante y las opiniones de los expertos y de los responsables de las ciudades chinas que albergarán dicha muestra. Después se decidirán los proyectos entre estos 29 artistas seleccionados que se convertirán en esculturas de paisaje a escala real que se emplazarán en Beijing y otras ciudades chinas, siendo la principal contribución cultural y artística de estos juegos de la XXIX olimpíada.
Los organizadores de los JJ.00 de Beijing se han hecho cargo de todos los gastos una vez las piezas-maquetas han llegado a China, además de toda la logística, servicios, contando con la realización de las 870 piezas-maquetas a partir de las originales que cada artista seleccionado ha enviado a China.
La pieza de Francisca Blázquez se denomina ‘Espíritu Olímpico’, el material utilizado es mármol azul, tiene unas dimensiones de 6.00x3.00x3.50 metros. Representa la figura de un ángel con las alas desplegadas. Francisca Blázquez comenta el significado de dicha escultura: ‘El espíritu olímpico es inmaterial y se demuestra en la superación diaria hasta llegar a la perfección de los ángeles. La verticalidad de la forma principal es la luz que nos conduce a la superación diaria. La frontal es las alas que nos permiten volar. La base sustenta nuestros sueños. Desde cada ángulo donde la miras es diferente. Forma romboidal, uve, piramidal, hexagonal. Unidad en diversidad formal representando la unión de todos los atletas del mundo de los JJ.00. 2008 de Beijing (Pekín)’.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte
2.-Del 19 de abril al 10 de mayo de 2006 en Galería de Arte Museo Municipal Vicus (Perú),
contando con la coordinación del artista plástico Carlos Chávez.
Francisca Blázquez, el movimiento y la geometría dimensional
La autora madrileña del Dimensionalismo concentra sus esfuerzos en la dinámica de la luz contenida en las formas
geométricas, revelada por seres, entes, procedentes de otras dimensiones ajenas a la nuestra. Seres que se encuentran en
una dinámica ancestral universal, que pertenecen al hábeas espiritual, a las emanaciones singulares específicas de lo
paradigmático contenido en lo místico. Estamos hablando del misticismo sutil que encierra las capas más profundas de la
comprensión de todos los mundos, que interactúan con los fenómenos físico-químicos y materiales. De ahí que, aunque la
creadora del Dimensionalismo basa su dinámica plástica en la evidencia de lo espiritual, en la constatación de la
existencia de la propia singularidad, aquella que se asienta a partir de una visión individual del mundo, en la percepción
de la luz interior, viaja a través de las estrellas para hallar el macro y micro cosmos que también está representado en
nuestro yo.
En el fondo plasma una dinámica que enaltece esta conjunción de elementos, implementando energías místicas con otras
espirituales, en el sentido de desarrollar un trabajo que trascienda, porque la vida es trascendencia.
Si solo contemplamos el mundo formal es como aquella modelo preocupada por su aspecto físico exterior, que, con el paso de
los años, a pesar de todo, gracias a sus horas de sueño, a los maquillajes y dietas, descanso y ejercicio físico, se
conserva, pero solo ha cultivado el cuerpo. Somos seres complejos, formados por mente, intelecto, alma, espíritu y cuerpo
físico. Si descuidamos uno de ellos los otros se desequilibran, a no ser que el espíritu del amor predomine y supla las
demás carencias. Solo se puede equilibrar el alma con la aportación de amor y bondad, dado que estos son los pilares de
la sabiduría. De ahí que la obra dimensional geométrica de la creadora castellana, nacida en Madrid en 1966, se base en el
desarrollo interno de la esencialidad, que es la conciencia universal del universo, tanto exterior como interior. De ahí
que las personas que la conocen indaguen, experimenten y descubran un mundo de sensaciones, una pléyade de sutilidades
contenidas en el marasmo del umbral del filo de lo imposible.
Existimos porque somos, porque tenemos capacidad de ser. Las formas geométricas avanzadas de Francisca, que emulan
cosmovisiones del futuro, lejanos planetas o extraños ingenios, focos de luz espiritual, otras luces procedentes de
cilindros transportadores, nos introducen en un mundo sutil, complejo, distinto, en el que lo material y lo espiritual
se interrelacionan, buscando y buscándose.
Trabaja en acrílico sobre tela, empleando colores contrastados, subidos de tono, intensos, sensuales, sensibles,
energéticos, muy específicos, porque los utiliza con determinación, buscando agilizar el proceso terapéutico de cara al
espectador.
Su obra habla de la tierra, del hoy y el mañana, pero, sobre todo el futuro y de los mundos espirituales. Tan pronto
expresa la incidencia formal de un viaje astral como el paso de una dimensión a otra, o representa a un ser de luz, a
los ángeles o la idea de Dios. De lo diverso espiritual, singularidad formal, creación dimensional comprometida.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte
Abril, 2006
3.-Del 2 al 15 de junio en Alianza Francesa de Cusco (Perú).
Francisca Blázquez viajera dimensional, embajadora de la luz celestial.
Viajera profunda, Francisca Blázquez se dirige hacia su verdadero yo, indaga en su interior, se deja llevar, viaja a
través de bosques de palmeras verdes, de playas de arena blanca fina, de olas grandes, que forman semicírculos, espacios
donde el aire vacía las moléculas de agua. Sueña con una escalera de sube peldaños hasta el infinito. O bien se extasía
ante la potencia de la ola del mar, de la grandiosidad de la energía de la masa de agua que se desplaza en espiral,
formando curvas, puliendo superficies de las innumerables moléculas, buscando ir más allá de sus ilimitaciones acuosas.
Enamorada del mar, su mirada se pierde en el horizonte, o en el fondo marino, contemplando miríadas de peces, que se
desplazan siguiendo las corrientes, asimismo admira el vaivén de las algas debido a la incidencia de la dinámica marina.
Pero, a la vez, aunque el líquido elemento es fundamental, también lo es el cielo azul, cubierto o no de nubes, de
concentraciones de agua, de millones de gotas de lluvia, transparentes, cristalinas, esenciales, equilibradas, que
van más allá de su propia acción física.
Agua del mar, agua del Océano, agua de las nubes del cielo, agua de los planetas de nuestro Sistema Solar, agua de otros
sistemas de galaxias, agua que es aire, tierra, fuego, amor y espíritu, De ahí que su obra pictórica, elaborada en
acrílico sobre tela, de colores contrastados y de evidente personalidad, de fondos negros o blancos, de formas
poliédricas, asimétricas, extrañas y mágicas, conecte con diversas dimensiones, siendo una auténtica embajadora de
la luz celestial. Porque la luz es energía, siendo ésta fundamental para transformar la materia, en una dinámica en
la que todo se halla en movimiento. Y la luz se muestra a través de las formas, traspasándolas, iluminándolas con su
halo protector.
No es partidaria del hieratismo, no cree en la limitación de lo sutil, sino que destaca la libertad de lo evidente,
que descansa en la fortaleza del átomo, de las micro partículas y también del escenario universal inmenso.
No hay bondad sin estar relacionada con la armonía universal, con la energía que interactúa en todo lo existente.
En ocasiones nos planteamos configurar repúblicas independientes, sistemas políticos grandes, inmensos, inabarcables,
casi situados en los extremos de la vivencia. No hay voluntad de ser, sino determinación en la vibración que no es la
función del ser. En consecuencia, nos alejamos de la verdadera interactuación con las energías del cosmos, de las
fuerzas de la propia evidencia de lo matérico, de las peculiaridades de lo emblemático. Mientras que, en la pintura de
Francisca Blázquez no hay evidencia, sino voluntad de trascendencia, determinación en lo sugerente, porque en lo que
se insinúa es lo que se produce después.
Trabaja en diferentes disciplinas: en fotografía, destaca por su Dimensionalismo barroco, mientras que en net.art,
escultura, pintura, instalación, animaciones artísticas y obra gráfica exhibe un Dimensionalismo complejo, asimétrico,
colorista, espiritual, en el que predominan formas tecnológicas, elaboradas, algo frías, pero no distantes.
En su discurso constatamos como en la pureza de la forma destaca la energía que se desprende con evidente sensación
de fragilidad espiritual. Todo es energía incluso la propia energía, de ahí que no haya definición perenne, sino que esta
se adapta a las diferentes mediciones y concepciones artísticas que subsisten en la actualidad y que cambiarán, a buen
seguro, en el futuro, en un corto espacio de tiempo o en un lápsus mucho más prolongado. Lo que sí es cierto es que la
artista plástica madrileña es la embajadora de la luz celestial, a partir de obras que transmiten claramente fortaleza
cromática, nutridas de formas contemporáneas, cuyo compromiso se halla con el espíritu, para acercarnos un poco más a la
gran verdad o conjunto de verdades universales.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte Abril 2006
4.-Del 2 al 15 de junio de 2006 en Alianza Francesa de Cusco (Perú).
Francisca Blázquez, la escenografía cósmica dimensional.
La autora
del Dimensionalismo trabaja su obra pictórica empleando acrílico sobre tela, profundizando en espacios desconocidos, de
gran carga teatral y escenográfica, en el sentido de poseer una fuerza cromática que les incrementa su valor expresivo,
utilizando formas geométricas avanzadas, futuristas, elaboradas y extrañas. Sus formas son sus escenarios, sus personajes
abstractos, energías que se miden a través de la referencia exterior. Pero siempre dentro de las mismas la luz, la luz del
espíritu, el centro espiritual del universo, el equilibrio de la energía restaurando la explosividad biológica del color.
En este contexto empieza el acto, se baja el telón, los personajes desarrollan su cometido: naves espaciales que vuelan
hacia mundos desconocidos. Formas luminiscentes, que vibran con determinada certeza, concentrando sus energías en la
dinámica del color, aumentando de tamaño, alcanzando niveles extraordinarios de efectismo. Se trata de ir más allá de la
zona espacial conocida por el ser humano, cruzando planetas, sistemas de galaxias, abordando escenarios impresionantes,
no tanto por su singularidad sino por la enigmaticidad de las formas.
Francisca Blázquez nos presenta un mundo de temáticas que oscila desde la representación geométrica de viajes astrales,
pasando por combinaciones de planetas que recuerdan mundos de luz, nutridos de energías celestiales. Asimismo se adentra
en la representación de sentimientos de raíz humana como el amor, la atracción, otros más biológicos como el nacimiento de
un nuevo ser, el parto en sí mismo, o los órganos sexuales femeninos, entre ellos el útero.
Su pintura es futurista, de ahí que su escenografía presente mundos de gran fantasía espacial, aunque también la propia
artista declara que es producto de la canalización que llevan a cabo seres místicos de determinadas vibraciones e imágenes
hacia aquellas personas que pueden servir de puente.
Teatral, dramática, intensa, con concesiones a una turgencia de emociones, a una pléyade de fuerzas que va más allá de lo
anecdótico, porque construye la temática de manera automática, casi visceral, dictada, surgida del sueño, inconsciente,
procedente de la revelación, inspiración e imaginación. Es un auténtico canal de luz, pero también una excelente directora
escenográfica, que coloca, a modo de excelente arquitecto, cada pieza en su lugar exacto, sin pretender ir más allá de los
límites. Concentra de manera precisa color, formas, en espacios celestes, marcados por el negro del misterio, el blanco de
la pureza o la combinación de ambos, en los que desgrana con fuerza su explosivo mundo surgido de la efervescencia de sus
neuronas.
Es sutil en el sentido más elegante del término, porque no busca expresar con desordenada afectación temáticas bruscas o
negativas, antes al contrario, analiza y selecciona con mucho cariño la forma con que expresará la verdadera función.
Señoras y señores se levanta el telón, la artista castellana empieza la función. Naves, seres formales, estructuras de luz,
cilindros mágicos, planetas luminiscentes nos esperan. También su bagaje habla por sí mismo: más de 35 individuales y
400 colectivas en una docena de países de tres continentes. Su obra se encuentra en colecciones significativas como Unión
de Bancos Suizos, Fundación Argentaria, Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Galería Espai Miquel Gaspar, Ateneo de Madrid,
Galería Josep Canals y Casino de Marbella, entre otras muchas.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte. Mayo, 2006
5.-Francisca Blázquez, la dinámica energética de la forma en el espacio . Del 2 al 15 de junio en Alianza Francesa de
Cusco (Perú).
Las formas de Francisca Blázquez están siempre en movimiento, nunca descansan, se alejan con claridad del hieratismo,
porque son energía pura. En su obra pictórica el color es tratado con fuerza y determinación, planteándolo como la pica
de Flandes de la revolución plástica dimensional. De ahí que incida con tanta insistencia, buscando plasmar su obra con
notables y singulares contrastes de color, yendo más allá de los típicos cánones tradicionales.
Su gama cromática es intensa, determinante y contrastada, dado que, más que buscar armonía, pretende hallar contraste en
diversidad, para explorar nuevos mundos.
Posee una actitud que va más allá de sus límites, que se interroga sutilmente, que avanza a través de formas que son
planetas imaginarios, astros mágicos, constelaciones de estrellas, haces de luz blanca y amarilla, ángeles guardianes,
ángeles energéticos, representaciones de bondad, de Dios o bien de composiciones que se basan en el rompimiento formal
contemporáneo. Porque la creadora madrileña, autora del Dimensionalismo en 1998, autora de más de 5.000 obras de
diferentes disciplinas, con 35 individuales y más de 400 colectivas en su haber, viaja a través de las estrellas, con el
poder de la mente, buscando fuentes de sanación de la herida del ser humano.
En su producción, realizada en acrílico sobre tela, destaca la dinámica energética de la forma en el espacio. Su postura y
ubicación es tan sutil que cualquier cambio la puede afectar. Se trata de constituir mediante ideas, creaciones que
posteriormente se materializarán y que están dotadas de cinetismo per sé. Aunque, en determinadas concentraciones formales
hay confluencias energéticas, que inciden, contrastan evidenciando una fortaleza de estructuras, que va más allá de lo
hierático y también del cientismo como tal.
Francisca Blázquez es puro nervio, fuerza del fuego de su corazón, emblematicidad de su alma, determinación de su
espíritu, seguridad en su mirada de niña mujer que se pierde por los prolegómenos del cielo azul diamantífero, nutrido de
los haces de luz de las estrellas que describen una autopista formal directa al corazón del espectador espiritual.
Su obra, exhibe fondos negros o blancos, que suponen una mayor actitud de concentración del espectador frente a su
propuesta multicromática. Ello produce una lectura sensual y directa de una creación que va más allá de la descripción.
Abstracta geométrica, con símbolos, formas y estructuras, naves, objetos y predisposiciones estructurales, abarca,
indaga, constata, seduce, perfila y orienta a las formas que confluyen con sus luces y la luminosidad del universo.
Muestra naves que viajan, ingenios extraños que planean, formas que interactúan con otras, conformando una composición
asimétrica, multidinámica en la que energía se mueve con libertad en el espacio. Una idea del espacio que no es limitada,
sino que viaja más allá de la anécdota, dado que la propia evidencia es singularidad de lo propuesto.
No hay verdad, sino conjunto de verdades, de imágenes e ideas que evolucionan, que se pierden en la nebulosa de los
tiempos intergalácticos, para volver a reaparecer en espacios extraños, en conformaciones zonales en las que no hay otra
cosa que voluntad de consolidación. Pero su apuesta es cósmica, ingrávida, de ahí que presente formas que flotan en el
espacio, lejos de la tierra, abarcando objetos que son estructuras con contenido, que, a su vez, se transforman en símbolos
de la iconografía del más allá de lo específico, contenido en la efervescencia del espíritu.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte. Mayo 2006
6.-El Dimensionalismo geométrico de Francisca Blázquez en el espacio intergaláctico. Del 2 al 15 de junio de 2006 en
la Alianza Francesa de Cusco (Perú)
El movimiento y la acción dominan en la vida de Francisca Blázquez dado que, además de construir su creación a partir de
posicionamientos geométricos de gran vitalidad y dinamismo, también es una practicante de deportes como la natación o
realiza coreografías de danza contemporánea y jazz experimental. De ahí que su obra pictórica tenga influencias de su
dedicación a la danza experimental, de sus coreografías de jazz contemporáneo y también se nutra de su orden deportivo,
fundado en la disciplina y los horarios estrictos para estructurar su vida en torno a sus necesidades tanto espirituales
como creativas.
Amante de la paz de espíritu, de entornos idílicos, huye de la violencia y del conflicto, profundizando en la naturaleza,
en la paz de un bosque, o extasiándose ante una playa salvaje o un arroyo silvestre, transportándose a través del
repiqueteo causado por el murmullo del agua y de su discurrir entre vegetación y piedras. Pero, también, se maravilla de
la potencia de la luminosidad de las estrellas de la noche, cuando en Cadalso de los Vidrios, Santander o Tossa de Mar
alza sus ojos hacia el firmamento y descansa su vista en la pléyade de astros y estrellas.
El cosmos, la magia del universo, la fortaleza de los elementos que conforman la filosofía material y espiritual de la
tierra, hacen que su dinámica pictórica se concentre en la antesala de la dimensionalidad. Luego, una vez entra en la
misma se traslada de dimensión en dimensión, intercediendo a través de su corazón y mente en los distintos planteamientos y
conceptos que encierran y definen los viajes intergalácticos. Se desplaza a través de su mente cósmica, se distancia de lo
matérico, porque se olvida de la vida, para adentrarse en la verdadera existencia espiritual.
La meditación es un medio de estar en el todo. El todo, considerado como espacio sin definición, del que obtiene la
adecuada inspiración para luego realizar su obra de extraordinaria complejidad geométrica, fundada en la expresividad de
los gestos, en la potenciación de la asimetría estructural o bien para decantarse en la armonía que predomina en la
cosmogonía.
Dinamismo, cambio, velocidad, haz de luz, luz, luminosidad, foco de luz, espléndido foco etéreo, surgido del mas allá
para transportarnos a dimensiones donde el silencio deja paso a la fuerza de la energía y su interactuación. Energía que
se halla en sí misma, conteniendo su propia fortaleza, evidenciando su capacidad de trasladarse hacia escenarios
inventados, otros imaginados, en ocasiones soñados, pero, también, es consciente que conecta con otros que son reales,
que no son de este mundo, ni siquiera de la galaxia, pero que existen. Es una auténtica canalizadora expresiva de energía
que vehicula a nivel pictórico a través de su creación que evoluciona a partir de su ubicación singular, nutrida por formas
geométricas pensadas, simétricas o asimétricas, de configuración avanzada, más que futurista, porque se hallan al margen
del espacio tiempo, dado que están constituidas por combinaciones estructurales nunca vistas, sin parangón.
En Cusco, además, Francisca Blázquez presenta algunas obras de su etapa anterior, denominada Forma y Color, cuya creación
se caracteriza por su planitud, por elaborar un discurso dinámico, basado en la vigencia de la vibración cromática, en la
intensidad del color, quien configura formas, potenciando composiciones energéticas, cargadas de vitalidad, en las que
domina el impulso biológico, combinado con su predisposición a mostrar una idea específica singular de la propia
geométrica basada en la evidencia del cambio. De esta manera dialogan ambas series, una más dinámica y biológica,
la otra, claramente dimensional, tridimensional, con tendencia a la interactuación formal, ascendiendo hacia la
definición precisa del interior específico.
La autora del Dimensionalismo en 1998, ha realizado más de 5.000 obras, contando en su haber con 35 exposiciones
individuales y alrededor de 400 colectivas en una docena de países de tres continentes.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte
Mayo 2006.
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