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JOAN LLUIS MONTANE,
CRITICO DE ARTE |
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ALBERTO CERRITOS
De lo simbólico en la paráfrasis..
La obra de Alberto Cerritos presenta una simbiosis entre la simbología de lo durmiente y la
premura de lo expresivo en un contexto donde no existe la iconicidad aleatoria. Por este motivo
su obra se basa en series temáticas que poseen un hilo de continuidad elaborado, aunque cada una
de ellas tiene su propia idiosincrasia. En consecuencia existen obras más psicológicas y otras
más estructuradas, dentro de una paráfrasis en la que todo posee un significado simbólico.
No hay elementos extraños en su obra, sino piezas y fragmentos de una misma composición que son
complementarios.
Unas veces roza lo abstracto como centro y en otras exhibe la importancia icónica, dentro de la
pixelación electromagnética del cromatismo. Elaboración cromática, fragmentación de zonas
frontales, que beben sus estructuras en circuitos de elementos que se exhiben como resultado de
su elementalidad. Hay una divina providencia que se cuestiona en el sentido de establecer un
lenguaje artístico que es elaborado en sí mismo y alcanza los límites de lo parafrásico en el
eclecticismo de lo cuántico. Por este motivo la creación de Alberto Cerritos resuelve su
existencia a partir de las claves que configuran el extraño poder de lo enigmático entendido
como naturalidad en la zona de la zozobra.
Poética del color, en la fragmentación de la composición, en lo predilecto del caso de lo
elemental considerado como indispensable para introducirnos en las claves de lo real. De ahí
que su creación tenga su propia configuración como ente organizado y casi aislacionista con
respecto a otras actitudes artísticas.
El centro de atención de la obra de Alberto Cerritos descansa en mostrarnos lo que tenemos que
conocer, en la capacidad de ir imaginando sucesivamente, haciendo de lo evidente la clave para
viajar más allá del gran enigma.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte.
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