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            JOAN LLUIS MONTANE,  
              CRITICO DE ARTE | 
            
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            MUHADIN KISHEV
  
          Exponente mundial del Receptualismo.
  
         
'La abstracción es la culminación filosófica de mi vida creativa. Los artistas que han alcanzado 
la abstracción a partir de una preparación profesional hacen arte de verdad'.
   
Es uno de los principales exponentes mundiales del Receptualismo, corriente artística moscovita, 
basada en trabajar dentro de los parámetros de la abstracción a partir de planteamientos 
figurativos y realistas. Ahora, después de su exposición individual en el Ateneo de Madrid en 2003, 
está preparando una nueva serie en la que, a partir de formaciones de animales en distintas 
posiciones, profundiza en los vericuetos de la abstracción, adentrándose, empleando formas y 
colores emblemáticos, en el mundo de lo no icónico sin renunciar para ello a la descripción más 
detallista.
   
Pintor emérito de la República de Kabardino-Balkaria, situada en el Cáucaso, al Sur de la
Federación Rusa,  miembro de la prestigiosa Academia Rusa de las Artes, cuenta en su haber con 
su participación en más de 40 exposiciones colectivas internacionales de gran prestigio y 
alrededor de 20 individuales en diferentes países. En la actualidad ha fijado residencia en Los 
Caños de Meca, en Andalucía, allí donde el sol y el mar, la serenidad y la vida salvaje se 
juntan en un hermoso circulo de coincidencias. En su creación predomina la figura de la mujer, 
pero también la abstracción, sin renunciar a la geometría, fomentando el paisaje simbólico y 
la obra realista, llena de iconismos, exhibiendo una verdadera simbiosis entre términos propios 
de oriente y occidente. Muhadin no sigue una corriente específica, no trabaja en series 
temáticas unificadas, si no que su obra es libre, al igual que su mente y su corazón. 'Siempre 
busco el idioma de mi corazón en cada momento, en cada serie de cuadros. Todo depende del estado 
de ánimo, para poder realizar una colección sobre un tema determinado con un idioma pictórico 
específico. Hay que trabajar en series, pero no caer, bajo ningún concepto, en la uniformidad de 
planteamientos. Si hecho de menos la naturaleza, hago una realidad natural, incorporándole 
fantasía. Si realizo obras filosóficas, como el espacio cósmico, eso es la realidad, pero sin los 
objetos reales. Si no posees el ánimo creativo para llevar adelante una serie 
concreta, entonces sólo pintas de forma mecánica, monocroma, con una sola forma. Eso no es 
creatividad verdadera, sino, simplemente, una muestra de tu dominio técnico, sin corazón, sin 
aportar creatividad, o, sencillamente, puede ser una mera copia. Artistas que pintan con el 
corazón y que dejan volar libre su imaginación hay pocos, por ejemplo, Picasso o Hockney' 
-comenta-.
   
Es partidario de la formación y el trabajo constante, de la seriedad de planteamientos técnicos 
y del buen estado de salud del cuerpo. 'Se puede crear de forma constante, pero si no nos 
cuidamos llega un momento en que el artista desfallece. 'Para que  un artista se encuentre en 
plenitud de facultades es muy conveniente que dedique media hora al día a realizar algún tipo de 
ejercicio físico.
  
Si trabajas sin enfermedades, puedes concentrar toda tu fuerza en la pintura. Personalmente 
hago gimnasia deportiva, natación, doy paseos por el campo y la playa, practico footing y llevo 
a cabo ejercicios de yoga. Esta última práctica va muy bien para liberarse de energías 
negativas, buscar el equilibrio, dotarse de armonía interna, ser más elevado en los actos 
cotidianos, buscar la solución de los problemas a partir de una actitud clara y diáfana, viendo 
al mundo como un todo en el que el ser humano es una parte indisoluble, sin buscar 
enfrentamientos, ni querer ser el contraste, sino contribuir a su evolución'.
    
El verdadero artista plástico actúa como un sacerdote espiritual. 
El creador ruso considera que, en una sociedad dominada por el consumismo, el pintor es el 
exponente de lo inmaterial. 'El artista siempre fue un auténtico sacerdote espiritual, pero la 
sociedad actual, con la irrupción de las nuevas tecnologías, la capacidad del ser humano para 
conseguir bienes materiales, el instinto de poseer,  no dejan casi tiempo para el arte. Las 
personas espirituales contactan con la gente espiritual y los demás hacen su vida aparte. Hoy, 
no es una buena época para el sacerdote espiritual'. Asimismo es partidario de que el artista 
posea una actitud concienciada frente a los problemas actuales. 'Cuando pintas un cuadro sobre 
un tema político te comprometes a nivel social. Por ejemplo, la obra de Picasso, 'Guernica'. El 
creador plástico tiene obligación de reaccionar en contra del mal que hay en la sociedad. No 
puedes pintar una manzana si la gente está sufriendo a tu alrededor'. Al hilo de lo que está 
comentando considera que el deber del pintor es participar en actos solidarios para extender su 
mensaje y su actuación positiva a todos. Crear una obra de arte y ser indiferente ante los que 
sufren no es compatible. Durante estos últimos meses está preparando una serie de obras 
dedicadas  a la tragedia sufrida por su pueblo, la República de Kabardino-Balkaria, dado que los 
balkaros exilados por Stalin a Kazakhstan en 1944, sólo pudieron volver a sus casas en 1958. 'Si 
a ello le sumamos, además, los kabardinos exilados hace 150 años por los rusos, británicos y 
turcos, sólo una octava parte de los kabardinos viven en la actualidad en su tierra del Cáucaso.  
Cuentan, por ejemplo, que los kabardinos, que tienen la honra y el valor como esencia vital, al 
ver que venían los rusos y al no querer ir a Turquía ni morir bajo la espada rusa, se montaron 
en sus magníficos caballos, vestidos con su traje nacional, el del guerrero, la cherkeska, y se 
fueron adentrando en el Mar Negro hasta morir ahogados junto con sus caballos. Otros, cansados 
de que el general ruso les llevara a pie de un sitio a otro del país, sin saber que hacer con 
ellos frente a órdenes cambiantes, hicieron una verdadera 'sentada'. Literalmente se 
posicionaron en la playa de Sochi, en el Mar Negro, hoy un sitio turístico, y se entregaron a la 
muerte, en posición de sentados como cántaros. Cuando se acercaron los generales rusos no podían 
comprender el porqué del mal olor, parecía que estaban sencillamente sentados allí, pero todos 
estaban muertos...'.
  
Hoy Muhadin Kishev, junto a su gran amor, la inglesa Jacqueline Moss, galerista esposa y 
marchante de su obra, licenciada en filología española, mujer de gran cultura, viven una 
intensa vida en Los Caños de Meca, mecidos por la brisa marina, el olor de la naturaleza y sus 
triunfos artísticos en Madrid, Logroño, Londres y Moscú.
    
Joan Lluís Montané 
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte.
 
 
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