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ALBERTO CERRITOS
RUTA CRITICA IV
16.-El digigologo.
17.-La gigantesca puerta de las palabras.
18.-De las naves a las acciones de la Bolsa.
16.-Alberto Cerritos, el digigologo.
El digigologo, que atesora leyes, ciencias y artes, encierra, además, el secreto del enigma:
la verdad reside en la relatividad de las concepciones que, a su vez, son verdades absolutas.
La dualidad del saber, la versatilidad de lo enigmático en el sentido de que es desconocido
pero resulta atractivo por si mismo, lo cual genera, de forma automática, una necesidad de
ahondar en el desarrollo de los vericuetos del cambio constante, de la velocidad emblemática,
de la verdadera efervescencia de lo complejo, es la quimera de la existencia que los grandes
genios han entendido y han tratado de comunicar a la humanidad.
La cualidad del que atesora el saber estriba en ser flexible, porque hay que constituir un
mundo especial a partir del conocimiento diverso.
Sólo quienes sostienen que la verdadera razón es la única son los fanáticos que ultrajan el
mundo y lo hacen retroceder. Junto a estos están también todos aquellos que usan la fuerza
para conseguir logros fáciles, dinero rápido, poder y medallas que desparraman su luz por las
catacumbas del poder.
No hay observadores imparciales, sólo intereses de ahí que el digigologo lo tenga muy claro:
la compilación del saber en un cúmulo de apuestas, que son diversas, que poseen libertad de
interpretación y de ejecución.
La ciencia entendida como evolución abierta y no como verdad dogmática.
De hecho el digigologo sirve de enlace-puente con el Ciberangel, dado que, a partir de la unión
de ciencia y fe, la armonía del mundo se consolida. Pero para ello se ha de alcanzar un
consenso que elimine los totalitarismos, no sólo en política, sino también entre la fe y la
ciencia.
La verdadera pragmaticidad del mundo de hoy reside en la capacidad mundial de llegar a alcanzar
un estado de armonía entre todas las fuerzas productivas, sociales, científicas, artísticas y
culturales que mueven el mundo.
El papel del digigologo es fundamental en este contexto, dado que es él quien debe limar
asperezas, fomentar la unión de los saberes y la propulsión de las ciencias en un haz de luz
universal, en el que exista la facilidad de interpretarlo a partir de lo surreal, entendido
como interpretación catarquica, automática, en el hecho de volcar sueños, de lanzar ideas, de
verter torrentes de conceptos hasta alcanzar la esencialidad de las propuestas.
De la ciencia a la luz, De la luz al espíritu y éste gobierna al alma que cada persona tiene.
Del alma a la inmortalidad. Mientras las reencarnaciones se suceden y las almas se quedan
cortadas en períodos intermedios de evolución.
Puntos negros en las carreteras y vehículos que se lanzan al vacío en pos del diálogo con el
más allá.
Diamantes hasta la eternidad, mientras la sopa se desparrama en el comedor de los pobres y los
ancianos sin ojos se beben la sangre de las urracas en la espesura de su desierto de arena.
Joan Lluís Montané.
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte. Agosto/2003
17.-Alberto Cerritos, la gigantesca puerta de las palabras.
A través de las palabras Alberto Cerritos crea una obra consolidada, coherente, en línea con su
experimentación digital.
Surreal, simbolista, caracterizado por una obra digital dividida en series temáticas de
influencia barroca, posee también una admirable dedicación a la poesía y la prosa literaria de
ensayo, en la que inventa personajes que son parte de su propia obra creativa virtual.
No son necesariamente personajes de carne y hueso, es decir con características específicas,
por decirlo de una forma más directa, no poseen 'el don de la mortalidad'. En realidad se
trata de personajes 'ficticios', que surgen de su imaginario, que se nutren de la evidencia
icónica, de las palabras y de las teorías. Se trata de personajes-idea, que sostienen su
universo plástico, pero que no hallan una representación real en el mismo porque no tienen
carácter propio y personalidad específica que los identifique de forma convencional.
Para Alberto su creación literaria es consecuencia de su necesidad de búsqueda de
explicaciones.
Dota a sus series digitales de argumento, enfatiza en teorías, profundiza en los vericuetos
plásticos, elabora un discurso libre, pero ortodoxo a la vez, dado que se basa, en muchas
ocasiones, en su capacidad literaria. Creador de conceptos, literato, artista plástico,
coordinador y organizador.
Escultor, dibujante, pintor, muralista y ahora autor de obra digital, además de suministrador
de expresiones plásticas encuadradas dentro del ciberarte, el artista latino con residencia en
Vancouver (Canadá) aborda teorías de gran efervescencia solidaria, constatando la injusticia,
fomentando la solidaridad, la universalidad a partir de la transmutación de lo social en real y
de la realidad en autocrítica.
No ha perdido el norte y, por consiguiente, no ha renunciado a la existencia de un hombre
comprometido con el momento, interrelacionándose con la necesidad de lo social, porque en un
mundo cada vez más poblado, donde hay una pobreza extrema, un
artista no puede mantenerse al margen de las vidas que sufren.
Mantenerse al margen no significa crear temáticas alejadas de la realidad, sino que,
independientemente de su arte, un creador es un hombre social con conciencia colectiva. Por
esta razón, en una era donde la tecnología domina, un artista comprometido socialmente es
fundamental para seguir abriendo la gigantesca puerta de las palabras.
La palabra cambia al mundo y revoluciona a la gente.
Dicen que las palabras se las lleva el viento pero la palabra es la teoría y el mundo avanza
gracias a las ideas que se han convertido en ideologías y fundamentos científicos, auspiciados
por seres humanos de distinta procedencia que se han atrevido a llevarlas a la práctica.
Joan Lluís Montané.
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte. Agosto/2003
18.-Alberto Cerritos, de las naves a las acciones de la Bolsa
Naves interestelares que se pasean por los bordes del cosmos, que vislumbran objetivos con la
sagacidad de quienes pueden disparar con serenidad sus dardos de sonido, alumbrando ecos, que
son puertas que se abren a otras dimensiones.
Naves alienígenas, procedentes de otro sistema solar, mientras las cotizaciones en Bolsa son
ajenas al 80% de la población mundial, aunque sus oscilaciones les afecten de forma más o menos
directa.
La Bolsa, auténtico extraterrestre sin nave espacial que se precie. De ahí que en la candidez
de la voluptuosidad de la red Alberto Cerritos investigue las posibilidades de la verdadera
existencia a partir de los viajes interplanetarios.
Se pregunta, a menudo, si su existencia está basada en la confirmación de su constante cambio,
de su traslación de un planeta a otro, de un país a otro.
La evidencia del cambio se constata claramente en sus explosiones de color, en los vericuetos
sinuosos y singularizados que ha llevado a cabo de forma en sus composiciones para elaborar la
laberíntica verborea del amor paradigmático.
El paradigma de lo corpóreo reside en la facultad de no constatar si tan siquiera la existencia
propia.
La existencia como acto de fe, como reivindicación de la explosión del carácter del amor, de
la visión de lo sutil, de la evidencia de lo real.
De la realidad, paradigma, de los secretos del color, brazos incorpóreos que se extravían en
las autopistas del conocimiento.
Mientras, la naves extraterrestres contactan con nosotros para conocernos, pero sólo son unos
pocos los elegidos.
Elegidos que no saben jugar a la Bolsa, porque no poseen dinero o acciones para ello, pero que,
sin embargo, reúnen las condiciones primordiales para poder maniobrar sin condicionantes
incluso en otra galaxia. Este es el mensaje que Alberto Cerritos también nos comunica a través
de su creación dado que apuesta por la magnanimidad de los ceros, pero también por los milagros
de quienes creyendo en los elefantes se extravían en la senda del algo azul.
Existen creencias en los azules horizontes, en las fabulosas playas de esmeraldas, en las aguas
cristalinas que se empeñan en abordarnos para mostrarnos la eficacia de la solidez de lo
teorizado.
La Bolsa se desploma con estrépito, las naves espaciales han abandonado nuestra atmósfera y
los sueños de la humanidad que es un solo país y sus habitantes los ciudadanos continúan en
expansión.
Joan Lluís Montané.
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte. Agosto/2003
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