24.-Aquarius Ciberneticus.
25.-El Mural de la lucha y la iconografía de los ítems de la historia.

24.-Alegoría del Retrato Joan Lluis Montané Aquarius Ciberneticus.
Caballero de la mano en el pecho, rodeado de simbolos binarios, en un planeta dual, con el tercer ojo, el ojo de la mente.
Fondo azul, engranaje despiezado, ojos, boca, mirada que mira hacia dentro y hacia fuera. Tres ojos, color naranja, amarillo, negro, rojo, verde, azul. Hay una voluntad de expresividad, melancolía, la lágrima que cae, la fuerza de la visceralidad domada, mar, cielo, ascensión, pero, determinación, constancia en lo que es.
Fijo mi mirada en mí mismo, ante la pantalla del ordenador. Alberto Cerritos viaja por las profundidades y navega por las neuronas de mi cerebro. Nos vemos a distancia. Sabemos que estamos ahí, que nos abrazamos en la noche de lo cósmico, a través de las palabras y lo digital. Rostro de un guerrero marcado por la soledad, mientras la vida pasa, pero es un estandarte de la Era de Acuario. La luz lo ilumina, lo vertebra interiormente, le conduce a la nada que es el todo. El UNO existe en la pléyade de mundos, es la verdad, la gran verdad, todo lo demás no existe. El caballero de la mano en el pecho sigue su rumbo entre barcos y aviones, montado en su caballo con la mirada de luz. ¿Qué nueva gesta acometerá?

Joan Lluis Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte
Madrid, España/2006

25.-El Mural de la lucha y la iconografía de los ítems de la historia.

Alberto Cerritos en su reciente estancia en Argentina ha realizado el Mural de lucha y la iconografía de los ítems de la historia basado en la alegoría subyacente de la paz. Un mural lleno de abundantes signos e iconos, nutrido de la determinación simétrica y asimétrica de voluntades específicas, concretadas a partir de plasmar alegorías simbólicas, en las que determina una actitud llena de valentía y de determinación. Abstracciones, con fondo geométrico, con aparición de iconos, signos que conducen al espectador a descifrar su principal elemento alegórico que abre la puerta a la actitud concentrada en plasmar de manera expresiva, con intensidad la complejidad de la lucha. Asimismo, en el desarrollo de la estructura del mural, resalta el punto de vista que analiza la evidencia biológica, el riesgo que subyace en toda actividad del poder, planteando determinados accesos y vericuetos que conducen a la percepción del dominio del mundo.

Hoy en día la reflexión expresiva que establece el artista salvadoreño, afincado en Canadá desde hace muchos años, fundador del Grupo 21 Plus, es que la vida es cambio, traslación, energía y materia y que los conceptos de siempre están sujetos a revisión continua. Existe la lucha para sobrevivir, lucha de clases, pero también de elementos energéticos que intervienen en un mundo de formas y personas.
De ahí que su lucha de clases se transforme en una dinámica energética, en una confluencia de materia y propósitos que orientan al espectador hacia una concepción variada de la existencia. Y ello es así porque los maximalismos desaparecen, dejando paso a una actitud vigilante ante un mundo cambiante, en el que lo importante es que los valores se adecuan al pensamiento-idea, entendido no como concepto abstracto, sino como una actitud que desarrolla una manera de ver las cosas. Todo ello, incrementando, a ser posible, las acciones a desarrollar para alcanzar las metas previstas.

En consecuencia su mural reflexiona sobre el fondo de la cuestión de la traslación de energías, la confluencia de ideas y el cinetismo de los seres humanos en un medio como el actual en el que todo se mueve porque la esencia de luz no posee cortapisas, no se la puede encadenar..., es más, la luz, en sí misma, nos conduce a todos hacia una concepción avanzada del mundo.
De ahí que su mural sea comprometido, intensamente colorista, empleando para ello cromatismos contrastados, a modo de determinación acentuada plástica, en la que lo importante es la idea de la plasmación de la fuerza, potenciando, de este modo, la energetización, la actitud que va más allá de los obstáculos que los dificulta. El mural de Alberto Cerritos es el de la lucha, concibiéndose a través de la paz, de la actitud de la serenidad interior, de la fuerza de la energía bien canalizada.

Joan Lluís Montané.
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte.
Madrid, España/2007